RECORRIDO EN PIRAGUA POR LAS HOCES DEL DURATÓN

Cuando tenía 21 años hice una excursión en piragua en el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Fue una experiencia memorable. Tanto, que siempre he querido repetir, y desde que las niñas son algo más mayores, estaba deseando llevarlas.

Hace sólo unos días, por fin fuimos los cuatro y creo que tengo algunas claves que puedo compartir con vosotros acerca de la forma óptima de hacer esta excursión, siempre atendiendo a nuestra preferencia a la hora de hacer visitas en la naturaleza.

¿Qué son y dónde están las Hoces del Duratón?

El Parque Natural de las Hoces del río Duratón está situado en el noreste de Segovia y es una zona protegida por su gran valor natural. En ella, el río se ha encajado en un profundo cañón que, en algunos lugares, alcanza más de 100 metros de desnivel. Al interés y belleza del paisaje hay que añadir la gran riqueza arqueológica e histórica que encierra en su interior esta garganta.

Por si todo lo anterior fuera poco, las Hoces del Duratón y los impresionantes cortados del cañón, son el hogar de la colonia más grande de Europa de buitres leonados. En la actualidad, 700 parejas de buitres planean en círculos por las hoces u observan desde los nidos en las paredes. Al principio del verano, se puede distinguir a las crías. Nosotros tuvimos la suerte de ver varias muy cerquita, incluso siendo alimentadas por sus padres. Es un espectáculo precioso.

La excursión desde Madrid es perfectamente factible en el día ya que la distancia son unos 120km y el trayecto en coche hasta el punto de encuentro es de aproximadamente una hora y cuarto.

¿Cómo visitar las Hoces del Duratón?

Pues la respuesta no es nada compleja: desde arriba o desde abajo. Fácil no? El río Duratón ha recortado con sus cerrados meandros un desfiladero que es espectacular de observar desde todos los puntos de vista. 

Desde arriba la visita te lleva en diferentes rutas de senderismo (de dificultad baja y variada distancia) recorriendo el cauce del río por el borde de las paredes del cañón. Esta forma de visitar el parque puede ser complementaria a la excursión en piragua. Se pueden hacer las rutas de senderismo en una parte del día y la piragua en la otra. Es lo que yo hice en mi visita de joven, es perfectamente factible si el estado de forma te lo permite y no hace demasiado calor. 

Nosotros hemos decidido separar la visita en dos excursiones. Dedicaremos próximamente un día entero a hacer senderismo por arriba y os lo contaré con detalle y por separado en otro post.

Hoy me quiero centrar en la visita a las Hoces desde abajo, desde dentro del cañón. Vamos con la información práctica.

¿Cuál es la mejor época para hacer esta excursión?

Aquí os tengo que contar una idea equivocada que yo tenía acerca de este plan para que la desterréis si vosotros también la teníais. En esta zona de España, en verano el calor castiga como en Madrid. Esto siempre me ha hecho pensar que el mejor momento para hacer esta excursión sería en los meses de abril, mayo u octubre… Pero no. Os cuento por qué.

Ayer nos explicaban que la temporada mejor de piragua comienza alrededor de mayo y es perfecta en julio y primera quincena de agosto. El motivo es que en estas fechas el cauce del río es más ancho y lleva más caudal de agua. Esto lo convierte en un momento idóneo porque en determinados días, en especial en fines de semana, se dan cita numerosos grupos de piragüistas, y cuanto más ancho es el río, más espacio para navegar cómodamente para todos. 

A medida que va avanzando el verano, el cauce se va estrechando según va disminuyendo el caudal de agua, y llegando finales de agosto y septiembre, llega a haber zonas en las que la profundidad es tan poquita que no permite navegar. Una de estas zonas es el Monasterio de la Hoz que es una de las partes más especiales de la visita. 

Por daros una referencia, nosotros fuimos un 7 de agosto y ya se veían las marcas de lo mucho que había bajado el río desde el principio del verano. En la foto que hay justo sobre estas líneas podéis apreciarlo, la marca oscura en la pared vertical es lo que ha bajado el agua en lo que llevamos de verano. Así que si tenéis ganas de ir, no lo dejéis!

En cuanto a la temporada más temprana, la de mayo-junio, la principal dificultad es que son necesarios permisos especiales y hay determinadas semanas en las que no se permite la excursión por ser la época de cría de los buitres.

Así que, si queréis mi recomendación, estad muy atentos a vuestras Apps de previsión meteorológica y escoged esos días de pleno verano en los que la temperatura tiene el día bueno y anuncia unas máximas misericordiosas. Y entonces es perfecto. El día que fuimos nosotros anunciaban máximas de 23 grados y no lo pensamos dos veces. Y tal y como os decía, no pudo ser mejor. 

Una alternativa si el verano no da tregua es hacer la ruta por la mañana, después os contaré más, pero la verdad es que por mucho que empieces a las 10, que es cuando salen la mayoría de los grupos, la excursión puede llegar a durar 4 horas y al final, las horas centrales del día, al sol y remando, no te las quita nadie. Por lo que yo soy más partidaria del acecho a la App del tiempo en espera del día bueno. 

¿Qué horario es mejor?

Por abundar un poco en lo que os apuntaba antes, todas las empresas que llevan los grupos de piragüistas tienen dos horarios más o menos similares. Salen alrededor de las 10 y de las 4. El horario a escoger dependerá un poco de vuestros planes el resto del día. Como os comentaba, se puede hacer senderismo o visitar Sepúlveda por la mañana y hacer piragua por la tarde, o invertir el plan. 

Nosotros hicimos la piragua a las 4 de la tarde y como os decía, dejamos la visita de senderismo para otra ocasión. Aquí cada uno que juzgue su tiempo disponible y sus ganas de aventura.

¿Es adecuada para todas las edades?

Sin duda! Las piraguas son seguras y muy estables. El río es tranquilo, no hay viento ni tiene corrientes. Pueden ir niños perfectamente. Nos cruzamos con algún otro grupo en el que iban niños de 4-5 añitos en las piraguas con los padres. Lo peor que te puede pasar si llevas a un niño en la piragua es que tengas que remar tú solo. Nuestro plan inicial era repartirnos con las niñas y llevar cada uno a una. Pero como ya son mayorcitas, quisieron ponerse juntas en la piragua y fueron estupendamente solas. Después cambiamos un rato.

No hay peligro de que vuelque la piragua. Por poder, podrían volcar, pero hay que empeñarse mucho. He montado varias veces en piragua y sólo las he visto volcar en ocasiones en que los tripulantes se han empeñado en ello por diversión. Y como os decía, el río es tranquilo y todo el mundo lleva chaleco salvavidas.

En cuanto al nivel de esfuerzo, es muy manejable. Puede que si no estás muy acostumbrado a hacer ejercicio de brazos o espalda tengas algo de agujetillas al día siguiente, pero el cansancio durante la visita es muy llevadero porque se van haciendo paradas para que el guía dé explicaciones sobre el paraje natural, sobre las aves, los monumentos…. y se aprovecha para descansar y dar un respiro a los brazos.

¿En qué consiste la visita?

Se trata básicamente de recorrer un tramo de las Hoces del Río Duratón. No es el recorrido completo de las Hoces, sino sólo un tramo. Creedme que la sensación de estar dentro del agua en el centro del río con esos cortados verticales levantándose a ambos lados es indescriptible. Es de esos momentos que te hacen sentir tan pequeño en comparación con la inmensidad de la naturaleza, pero a la vez tan vivo por ser parte de ella. La excursión entera dura entre 3 y 4 horas. Nosotros empezamos a las 4 y acabamos a las 7.30.

A lo largo del recorrido, nuestro guía hizo una parada para hablarnos sobre los buitres y darnos ciertas claves para poder reconocer los nidos y observarlos. Nos contó multitud de curiosidades sobre la vida de éstas y otras aves que tienen su hogar en las Hoces del Duratón. Hicimos otra parada para observar y aprender sobre la Ermita de San Frutos y su historia. A continuación desembarcamos en una orillita para que quien quisiera pudiera darse un baño en el río o comer un snack. Volvimos a embarcar y continuamos el recorrido por los meandros del río hasta el Monasterio de la Hoz. Aquí el guía volvió a hacer que nos detuviéramos todos en las piraguas y antes de contarnos sobre el Monasterio, nos invitó a que, todos juntos en las piraguas, nos quedáramos en completo silencio cerrando los ojos para que pudiéramos percibir las sensaciones que hicieron, allá por el s. XIII, que los monjes franciscanos decidieran ir a vivir a esos parajes. Fue un momento de meditación grupal maravilloso que le agradezco muchísimo a nuestro guía.

Todas las paradas se hacen en el agua. Simplemente se detiene la piragua. El único momento en el que desembarcamos durante el recorrido fue el del baño en el río.

¿Qué llevar?

Pues el pack clásico del excursionista. Ropa cómoda y fresca, traje de baño, chanclas (mejor si no son flip-flops, más bien algo tipo sandalia de andar o escarpines que se puedan mojar), protector solar, gorra, una botellita de agua. En nuestras piraguas había un compartimento para guardar cosas en el que cabía de sobra una mochila. Nosotros llevábamos 3 botellitas pequeñas de agua, 2 toallas, y un paquete de cacahuetes. Además, en la empresa con la que contratamos nosotros, nos proporcionaron una bolsa estanca en la que guardamos las llaves del coche, y los móviles (aunque yo lo llevé fuera haciendo fotos casi todo el recorrido).

Os insisto en lo del agua y el protector solar porque aunque nosotros no pasamos nada de calor por ser un día de una temperatura muy benigna, recuerdo mi visita de cuando era joven como de un día abrasador.

Si os bañáis y luego no queréis volver en el coche con la ropa húmeda, podéis llevar algo de repuesto para quitaros el bañador mojado, aunque si hace mucho calor, es probable que se os seque por completo.

¿Con quién contratar?

En este apartado os puedo decir con quién contratamos nosotros, pero la verdad es que no tengo ninguna referencia de ninguna otra empresa por lo que no sé si son mejores o peores que las demás. Son simplemente los primeros a los que llamé.

Nosotros quedamos contentos con varios aspectos de la excursión que me hacen sentir que tal vez repetiría con ellos. En primer lugar la comunicación por WhatsApp fue muy rápida y fluida y contestaron a todas mis preguntas con rapidez y claridad. En segundo lugar, se anunciaban como “grupos reducidos”. Nuestro grupo era de 13 personas y nos comentaron que llevan a un máximo de 16 por cada guía. En un principio no me pareció muy “reducido” pero en el recorrido por el río nos cruzamos con otros grupos mucho más grandes. Tercero, las piraguas tenían respaldo y reposapiés, que si habéis montado en piragua antes, sabéis lo que se nota. También nos gustó mucho nuestro guía, Carlos, que estuvo muy atento y pendiente de que todos fuéramos bien y nos gustaron mucho sus explicaciones. Al final de la excursión obsequian con una cerveza artesana de la zona pero nosotros tuvimos que irnos antes de que llegaran los que la repartían así que no la probamos, pero por que lo sepáis. La empresa se llama Situral.com

Nosotros pagamos 28 euros por cada adulto y 18 por cada niña (el precio de niño es hasta 14 años inclusive)

Espero que os haya sido útil el post y que os animéis a esta excursión porque fue muy bonita y divertida.

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