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Como muchas mujeres de mi generación, en algún momento de mi vida he sido víctima de la cultra de las dietas. Por suerte para mí, y aunque mi enfoque de la alimentación pasó por algunas épocas en las que fue algo restrictivo (hola y adiós dieta de la alcachofa), he crecido mucho en ese aspecto y he aprendido también acerca de cómo los alimentos afectan a mi organismo. Hoy en día y desde hace muchos años puedo decir que mi relación con la comida es muy saludable y plena.
La clave de una relación sana con la comida y la alimentación en general, en mi opinión, se basa en disfrutar. Yo disfruto inmensamente la comida. Disfruto comiéndomela, preparándola, comprándola, compartiéndola, pensando en ella… La comida es para mí una fuente de felicidad. Y es por esto que NUNCA utilizo la comida como una forma de castigo o privación. Alimentarme para mí tiene que proporcionarme felicidad y bienestar.
Tengo la suerte de que me encanta la comida sana. Me muero por la verdura, el pescado, las proteínas y las grasas saludables… Mi dieta del día a día es de lo más sano que puede haber. Y eso me proporciona una libertad, sobre todo de mente, para darme caprichos no tan saludables de vez en cuando (lo que me gusta a mí un donut), o para lanzarme de cabeza a una espiral de chuches, chocolate, gluten y demasiadas calorías durante varios días seguidos si es que la ocasión lo requiere. Sin remordimientos. Y como dije antes, con un sólo pensamiento en mente: disfrutar cada bocado.

Además, como buena foodie, la comida juega un papel muy importante en todos los momentos de mi vida, pero sobre todo en los momentos más felices. Ir de vacaciones o visitar un lugar nuevo requiere de probar comidas nuevas, experimentar sabores. Las festividades que giran en torno a grandes comilonas son prioritarias para nosotros. Celebrar buenas noticias con unos brindis y tarta… La comida está siempre presente y para mí es muy importante poder disfrutarla sin empañar un momento feliz pensando en si me voy a arrepentir o sin tener que disculparme conmigo misma.
Peeero, dicho todo lo anterior, los excesos, también los de comida rica, le pasan factura a mi cuerpo. Y como este cuerpo es un santuario que me interesa conservar en el mejor estado posible durante el mayor tiempo posible, soy consciente de que debo tomar en consideración sus necesidades. Es por esto por lo que hago mis pequeños períodos detox después de las temporadas en las que no he prestado demasiada atención a lo que ha estado alimentando mi organismo.

Antes de entrar un poco a contaros en qué consiste mi detox quiero empezar diciendo que cada cuerpo es diferente y se ve afectado por los distintos grupos de alimentos de un modo único y particular a cada individuo. En mi caso, y tras llevar tiempo observándome y escuchando a las reacciones de mi cuerpo, sé que una combinación de demasiada azúcar, gluten, lácteos, y más alcohol del recomendable durante períodos de tiempo prolongados me hacen sentir hinchada, cansada, soñolienta, con dolor de cabeza, sin energía, y contribuyen a empeorar procesos inflamatorios en general. Por eso he notado que tras temporadas vacacionales de excesos me siento agotada y empiezo a fantasear con comer verduras a todas horas. Eso sí, sin arrepentirme de nada de lo comido en vacaciones. Esa es mi clave. En vacaciones se pasa bien y se come y se bebe comida y bebida de vacaciones. Roscones, polvorones, chuches, pescaditos fritos, mojar una barra de pan en salsa, donuts, champán, cócteles, lo que toque. Y tan felices.
Yo he encontrado el método que le funciona a mi cuerpo para recuperarse de los excesos y volver al camino de la alimentación saludable sin sentir que me privo de nada. Sin dejar de comer y quedarme sin energía, y sin que la falta de nutrientes me afecte incluso al estado de ánimo. Al contrario, cuando empiezo mi detox, a medida que pasan los días noto claramente cómo mi cuerpo reacciona de forma positiva.
MI PLAN DETOX
Lo que yo hago es lo siguiente. Durante un mínimo de 2 semanas elimino completamente de mi dieta los grupos de alimentos que sé que contribuyen a esos efectos negativos que comentaba anteriormente y que son los que normalmente influyen en los procesos inflamatorios de forma general. Así pues elimino todo el gluten , todos los azúcares refinados, todo el alcohol y todos los lácteos. Existen otros grupos de alimentos que se consideran altamente inflamatorios y que hay quien elimina también en las dietas detox (legumbres, arroz, grano en general…) pero a lo largo del tiempo yo no he notado que a mí me afecten negativamente. Como os decía, es importante conocerse.
Además de lo anterior aumento significativamente la ingesta de verduras, me aseguro bien de que cada comida que hago sea equilibrada y alguna cosa más. Vamos a comentarlo un poco más en profundidad pero antes quiero aclarar que en modo alguno este detox está orientado a la pérdida de peso. Esto no es una dieta, es una forma de alimentarse que a mi cuerpo le resulta beneficiosa y depurativa. No creo en el peso ideal, dejé de tener báscula en mi casa hace más de 30 años y he vivido sin ella desde entonces. No sé cuánto peso ni cuando voy al médico porque pido expresamente que no me lo digan. Creo que si uno alimenta su cuerpo de una manera adecuada y hace ejercicio de manera moderada estará en su peso ideal sea éste el que sea. Vamos entonces a comentar un poco más mi detox.
No gluten. Mi dieta habitual es mayoritariamente una dieta sin gluten (cuando no me doy caprichos de bollos y tartas), así que esto no constituye una restricción relevante para mí. Y los beneficios que experimento en cuanto elimino el gluten aparecen muy rápido. Después de 3-4 días de no comer nada de gluten empiezo a notarme significativamente menos hinchada y con mucha más energía.

No lácteos. Mi dieta también es mayoritariamente libre de lácteos. Consumo leche y yogures vegetales y los lácteos sólo están presentes cuando cocino repostería que lleva mantequilla o leche. Aún así esta es la regla más difícil de cumplir para mí. Porque mi dieta habitual sin lácteos tiene una excepción muy relevante: me encanta el queso. Es de las cosas que más me gustan en el mundo. Así que aquí sí que me toca emplear a fondo toda la fuerza de voluntad de que soy capaz.

No azúcares refinados. En general suelo ser bastante cuidadosa con la presencia de azúcares en nuestra alimentación así que ésta es de las fáciles. En el caso de utilizar algún tipo de endulzante en las comidas emplearé formas no refinadas como azúcar de coco ecológico y siropes de arce o agave, o miel ecológica. Aunque haré lo posible por mantenerlos también al mínimo en estas dos semanas.
No alcohol. A pesar de lo que me gusta tomarme un vinito o un cóctel, soy perfectamente capaz de estar sin tomar alcohol el tiempo que quiera. Tengo la suerte de que soy feliz con un vaso de agua con gas con zumo de lima así que estos días es lo que bebo todo el tiempo. Además se pueden hacer estupendos cócteles sin alcohol con base de agua con gas que son súper divertidos y están buenísimos.

Más verduras. Durante estas dos semanas intento comer muchas verduras centrándome especialmente en las llamadas crucíferas (coliflor, brócoli, rábanos, coles de Bruselas, kale…). Estas verduras contribuyen a mejorar la función hepática. Es decir, ayudan al filtro de toxinas que tenemos de manera natural en nuestro cuerpo, el hígado. Hacen que filtre de forma más rápida y con menos esfuerzo por lo que son ideales en momentos en los que necesitamos depurar.

Comidas equilibradas. Esto es algo que suelo llevar siempre muy a rajatabla en todas nuestras comidas en casa. Pero es verdad que cuando se está de vacaciones o comiendo fuera, se presta un poco menos de atención y se pasa más por alto el hecho de que todas las comidas tienen que tener una composición determinada que las haga equilibradas. Hay que asegurarse que siempre comamos una combinación de carbohidratos, grasas saludables, proteínas y verduras.
Zumos NO, Frutas enteras SÍ. A pesar de que los zumos de frutas naturales son muy saludables, tienen el inconveniente de que nos privan de partes de la fruta que son muy beneficiosas para nuestro organismo como es toda la pulpa y en ocasiones la piel que contiene mucha fibra y vitaminas. El zumo tiene muchas propiedades pero también conserva todo el azúcar presente en las frutas. Es por esto que durante estos días depurativos intento consumir las frutas enteras y no en zumo.

No fritos. En general yo no suelo cocinar nada frito y comer fritos fuera de casa es algo poco habitual para nosotros (con la excepción de unos churritos de vez en cuando). Normalmente cocino a la plancha, al horno o la barbacoa por lo que evitar los fritos es algo que me resulta muy fácil. Sólo tengo que aguantar 2 semanas sin churros (ni donuts!).
Y esto es todo. Aunque parece largo en realidad es muy fácil de seguir y es la forma de alimentarme que tengo habitualmente. No hay restricciones de cantidades y los platos que como no son en absoluto escasos. Lo mejor de alimentarse así es que los beneficios se notan tan rápidamente que es muy fácil mantenerse motivado. Pasadas un par de semanas empezaré poco a poco a reintroducir los grupos de alimentos eliminados. Casi con seguridad lo primero que vuelva a mi plato sea el queso, seguido de algún vinito… y así continuaré, comiéndolos con moderación hasta que llegue la próxima temporada de excesos!

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POST HOLIDAY DETOX

Like most women of my generation I have fallen victim of diet culture at some point in my life. Luckily for me, even though my approach to food has at times been a bit restrictive, I have grown and learned a lot about how food affects my body and my mental health and nowadays I can say I have a very healthy, fulfilling relationship with food.
The key to that healthy relationship with food is that I enjoy it. I enjoy food. I enjoy eating it, preparing it, shopping for ir, sharing it, thinking about it… Food is a source of joy and happiness for me. Thus, food is never a way of punishing or depriving myself. Food is meant to bring me happiness and wellbeing.
I am lucky to love healthy food. I love veggies, protein, fish, healthy fats… My day to day diet is as healthy as can be. Which gives me the freedom to indulge in not-so-healthy treats from time to time (gimme those donuts) or to dive real deep in a spiral of candy, chocolate, gluten and way too many calories for a few days in a row if need be. And like I said before, I can be both, the healthy version of me and the candy driven version of me, without regrets and with just one thing in mind: enjoy every bite.

Also as a foodie, food plays always a big role in my happy moments. When I go on vacation, or visit a new place, on any big holiday that involves a lot of cooking and eating, when celebrating life moments… In all those instances food is always present and it is very important for me to be able to enjoy without regret or without having to apologize for it.
But, all that said, I know that all food excesses take a toll on my body. And since my body is the sanctuary I want to try to preserve for as long as possible, I have to be mindful of its needs. This is why I go through what I call detox periods after times when I haven’t been paying much attention to what I was putting into my system.
Every body is different and each individual is affected in different ways by food groups or specific foods. For me, too much sugar, gluten, dairy, and alcohol for an extended period of time make me feel bloated, tired, sleepy, drained, give me headaches, and contribute to inflammation all over. This is why, after a long holiday season, I always feel tired and craving my veggies so bad. But with no regrets at all. That is the key. I enjoyed my holiday food, my treats and had my sugar overdose, and that was so much fun.

So I have come to a system that works for my body. It helps me get back into my healthy self without deprivation, and without feeling my energy drop or my mood being affected. On the contrary, as the days pass I can feel my body react in such a positive way.
HOW I DETOX
So here is what I do. For a minimum of 2 weeks I will completely eliminate from my diet the following food groups. All gluten, all refined sugars, all alcohol, and all dairy. I will take up my veggies intake and make sure every meal is well balanced among other things.
Before we talk more about it all I just want to emphasize that by no means is my detox weight loss oriented (I threw away my scale 30+ years ago and have happily lived without one ever since). In my opinion, if you fuel your body properly and exercise moderately you will reach your optimal weight, no diets needed. Let’s talk a bit more about it all.
Gluten free. Even though I don’t suffer from celiacs disease, gluten causes severe inflammation in my body. It makes me feel bloated and very sleepy. This is why I eat gluten free most of the time (when I am not indulging on holiday baked treats) so this doesn’t feel at all like deprivation for me. And the benefits of eliminating all gluten show up really fast in my body. After 3-4 days I feel more energized and not bloated at all.

Dairy free. I also eat mostly dairy free with the exception of cheese. This, for me, is the most difficult one. I loooove cheese and it takes a lot of willpower to not reach in the refrigerator to grab some good aged manchego here and there.
Refined sugar free. I always pay attention to all types of refined sugars in my home so this one basically means that I will be using as less sugar as possible throughout these 2 weeks. And if I need some kind of sweetener I will use only organic unrefined sweeteners like coconut sugar, agave/maple syrup, and honey although I will try to keep those to a bare minimum too.
Alcohol free: as much as I love me a glass of wine, a cocktail or a beer here and there, I do great without alcohol too. I happen to love just some sparkling water with fresh lime juice so this is what I drink most of the time. Also sparkling water based mocktails are my best friends. This is an easy one for me.

Veggie intake up. During these two weeks I take my veggies intake up. Cruciferous veggies in particular (cauliflower, broccoli, radish, Brussels sprouts, kale) are the best helpers of our liver, which is the natural detoxifier in our bodies. They help the liver function and make it get rid of toxins faster and with less effort. So I will make sure to include a lot of those in my diet.
Balanced meals. I will make sure that all my meals will be a good balance of carbs, healthy fats, veggies and protein. I try to do this all the time with all our meals at home, but during the holidays it can get tricky if you eat out a lot or indulge too much in candy…
NO to fruit juices, YES to whole fruits. during this detox period I will avoid fruit juices. As healthy as they can be they carry all the sugars in the fruit and very little of other beneficial parts of them such as the fiber. This means I will have my oranges, just not my orange juice.
No to deep fried foods. I hardly ever make any deep fried foods at home, and for us to order deep fried food out is very rare (with the exception of churros). Most of my cooking involves roasting, grilling or searing so this is a very simple one for me. Just no churros for 2 weeks.

So this is basically it. It’s so easy to follow and you can feel the benefits of this clean eating so fast that it’s very easy to stay motivated. After a couple of weeks I will slowly start reintroducing some foods in my diet. Most likely cheese will come first, followed by a glass of wine here and there. The rest will basically remain the same for me since I try to eat very clean most of the time…. until the next holiday!
Después de las navidad ya tenía pensado hacer un poco de detox, pero tu post va a ser el último empujón para hacer el detox que necesita mi cuerpo! El lunes empiezo! Gracias Beatriz! Te sigo des de hace tiempo y me inspiras un montón! Un abrazo
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Hola Sofía! Qué tal vas con tu detox? Me hace mucha ilusión que te animes a depurarte un poco. Yo llevo dos semanas y me noto como nueva ya! Un abrazo.
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